Una verdadera vergüenza nacional es la que causa la exagerada instalación de carteles publicitarios y de forma desordenada otorgan una repugnante polución visual a quienes ingresan a la ciudad a través del “Puente de la Amistad”, el mugriento espectáculo no da otra presunción de que los brotes de carteles sin control generan pingues ganancias extras para los jerarcas del MOPC.
No se sabe que ocurrió con los trabajos de la Municipalidad de Ciudad del Este puesto de que entre el 2019 y 2020, por varios medios se observaban posibles trabajos de reorganización, fueron derribados varias estructuras de publicidad sobre la ruta PY 02 y otros puntos del micro centro.
Tras la alarmante polución visual reinante, donde cada día van surgiendo carteles por doquier, sin ningún control aparente, resulta que la empresa unipersonal FAST PRINT es la beneficiada de un convenio para la revitalización y reestructuración de los espacios de dominio del MOPC, desde el inicio de la ruta P2 hasta el km 4.
La cantidad de carteles y pantallas publicitarias que están colocadas desde la cabecera misma del Puente de la Amistas, debajo del tinglado de la Aduana y sobre la Ruta PY 02, en las cercanías de la Aduana prácticamente uno sobre otro.
A todo esto, se debe agregar otra grave irregularidad es que las pantallas exhiben avisos publicitarios en portugués y precios en dólares, algo totalmente prohibido por una ordenanza municipal y lo peor aún, se trata de una gravísima violación de la Constitución Nacional y a la soberanía pues los únicos idiomas oficiales del Paraguay son el guaraní y el español, mientras que la moneda oficial en todo el territorio nacional es el guaraní.
Por ser una ciudad turística mínimo por regla general se debe unificar los carteles y publicidad en tres idiomas, español, guaraní e inglés o portugués ya que los hablantes de este idioma son los que visitan en mayor cantidad la ciudad.
Nada de esto le interesa al MOPC, ni controlar, ni hacer cumplir a los que asumieron la responsabilidad como es en el caso de FAST PRINT, en esta región, pues cuando se trata de dadivas no les interesa pisotear la Constitución Nacional, las leyes y las propias ordenanzas municipales.