Las tasas de obesidad y sobrepeso infantil tuvieron un aumento preocupante en los últimos años, por lo que desde el Ministerio de Salud instan a la actividad física como hábito saludable desde temprana edad.
El director de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud, Guillermo Sequera, expresó su preocupación por el aumento de la incidencia entre la población de 5 a 19 años.
En su cuenta de Twitter compartió la distribución porcentual de sobrepeso y obesidad para los años 2007 a 2019, donde se observa la tendencia en aumento en los últimos cinco años.
El ejercicio físico regular puede reducir la hipertensión, ayudar a controlar el peso y disminuir el riesgo de enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y diabetes de tipo 2.
Recomendaciones de actividad física
La práctica de actividad física se recomienda como un hábito diario, desde la infancia, y debe realizarse toda la vida. Forma parte de un estilo de vida saludable. Esta se puede iniciar de forma progresiva y gradual, empezando con 5, 10 y 15 minutos diarios de ejercicio físico, hasta llegar a los 60 minutos al día. Todo programa de ejercicio debe estar adaptado a las necesidades y aptitudes de cada persona.
Algunos ejemplos acordes a la edad son:
-5 a 17 años: Saltar la cuerda, andar en bicicleta, caminar, nadar, correr, hacer gimnasia, practicar deportes y subir escaleras.
-18 a 64 años: Andar en bicicleta, utilizar las escaleras, hacer las tareas de la casa, nadar, correr, bailar, hacer gimnasia y practicar deportes; así como la pausa activa en el trabajo, es decir, ejercicios de estiramiento que no cansan y son de corta duración, de 10 a 15 minutos.
-65 años en adelante: Andar en bicicleta, caminar, trabajar en el jardín o en la huerta, hacer las tareas de la casa, bailar, hacer gimnasia y practicar deportes.
Beneficios de la actividad física regular y sostenida:
• Facilitar la oxigenación de todo el cuerpo, fortaleciendo el corazón y los pulmones.
• Disminuir la presión arterial a largo plazo en personas con presión alta.
• Elevar los niveles del “colesterol bueno” (HDL), reducir el riesgo cardiovascular al disminuir el “colesterol malo” (LDL) y los triglicéridos.
• Estimular el metabolismo general de los tejidos, por ejemplo, de los huesos para prevenir la osteoporosis y de los músculos para evitar su atrofia.
• Estimular la producción de insulina en algunos pacientes diabéticos, insulino resistentes y síndrome metabólico.
• Disminuir la grasa corporal y aumentar el tamaño de los músculos.
• Mejorar la flexibilidad de los músculos y el movimiento de las articulaciones. (✍? Agencia IP)