Roberto González Vaesken hizo una peculiar campaña política “chic”. El mismo evitaba lugares al aire libre; casi el 90% de las reuniones fueron en salones decorados con aire acondicionado, sillas forradas, grupos musicales, buena comida, bebidas. Nada de pueblo. Nada de ir a los barrios periféricos a escuchar a los pobres. Existen videos donde dice que los pobres que trabajen, y días antes de las elecciones posteó un video haciendo ostentación, con un “ñamongarú Rolex”. Todo esto generó un tremendo rechazo de parte de los electores esteños, con el catastrófico resultado electoral.
Luego de las internas coloradas, el cuestionado exgobernador, Roberto González Vaesken, ya oficialmente candidato colorado a la intendencia de Ciudad del Este, desapareció por casi una semana.
Después apareció por el Hospital Regional; preocupado, dijo por la salud a nivel regional. Un día después fue con el cuestionado gobernador, César Landy Torres, a inaugurar obras en Iruña.

Esto causó extrañeza debido a que González Vaesken debería centrar su atención en Ciudad del Este, en los electores de la capital de Alto Paraná, y no en temas regionales, o de otros municipios.
Esto era solo una muestra. Cuando todos esperan que el mismo salga a recorrer la ciudad, hablar con las personas, ir a los sectores más vulnerables, el mismo solo participa de reuniones en salones de eventos decorados, con aire acondicionado y con poca gente.

Fueron contados los actos con mucha gente. Fueron tres a cuatro, y nada más.
Las fotos posteadas sobre sus reuniones, que eran esporádicas, mostraban al candidato colorado en local chic, nada de reuniones en calle, en placitas, canchitas, recorriendo calles polvorientas de los barrios periféricos. Ni siquiera fue en la zona comercial a hablar con los trabajadores informales, no estuvo por el mercado de abasto, por la feria permanente, no estuvo en los lugares populares.

Mientras González Vaesken realizaba de 3 a 4 reuniones por semana, su adversario político, Dani Pereira Mujica, realizaba de 5 a 6 reuniones por día. Eran inauguraciones de obras municipales, paladas iniciales, caminata; fue a bailar zumba, a jugar vóley, fue a realizar compras en el mercado de abasto, fue a las zonas más alejadas de la zona céntrica y hasta se fue a rezar en una iglesia católica, donde también hizo palada inicial.
Las fotos son elocuentes:











