La comercialización de cigarrillos electrónicos, que en su mayoría ingresa desde China de contrabando al Paraguay y vuelve a salir de la misma manera hacia el Brasil, es un negocio millonario, que crece. Pero sugestivamente las autoridades paraguayas, léase Ministerio Público, Policía Nacional y DNIT, lo ignoran. Mientras al otro lado de la frontera casi todos los días decomisan estos productos que son altamente perjudiciales para la salud.
En la zona comercial de Ciudad del Este, por todos los lados se puede ver la venta libre de vapeadores. Y los precios son muy atractivos, y este “buen” precio se debe a que la mayor parte ingresa de contrabando, o directamente en frio.

De contrabando es cuando ingresa sin pagar el impuesto que corresponde, y en frío es cuando entra directamente en forma clandestina sin pagar nada.
Son varios los esquemas que meten los vapers desde China. Pero la evasión de impuestos no es lo único. Se desconoce el origen de estos productos, que son altamente perjudiciales para la salud de quienes los usan.
Es un negocio en expansión en la frontera.
Mientras en Ciudad del Este y todo el Paraguay las autoridades simplemente ignoran la situación, en el Brasil casi todos los días son incautados estos productos.
El pasado fin de semana, en una acción conjunta entre la Policía Militar, la Policía Federal y la Marina brasileña, hicieron un seguimiento de una embarcación que salió de la margen paraguaya del río Paraná y llegó al lado brasileño, puertos clandestinos.
Rápidamente los bultos fueron alzados por la barranca del río Paraná, y puestos en dos vehículos, y llevados a una residencia que era usada como depósito.
Los uniformados encontraron cigarrillos normales y muchos vapeadores. Esta es una de las formas que llevan los cigarrillos electrónicos desde Ciudad del Este al Brasil, todo ilegal.












