Caras serias y de preocupados fue lo que se vio durante la rueda de prensa en el edificio de la Junta Municipal, donde los concejales rastreros de Prieto estuvieron para anunciar que debieron ceder a la presión de la concejal rastrera liberal, María Portillo Verón, quien será electa como intendenta interina este lunes 25. Quien estaba comandando todo era el ex intendente, Miguel Prieto Vallejos, rajado por corrupto. El mismo y su pareja, la concejal rastrera, Valeria Romero, no escondían su malestar, atendiendo a que quien debía ser la intendenta interina era Valeria.

Parados: Dani Mujica, Guillermo Rodríguez, Walter García y Rubén Velázquez. Sentados: Valeria Romero. Sentados, Valeria Romero y su pareja, Miguel Prieto.
Las principales figuras de Yo Creo (Clan Prieto) estuvieron en el edificio de la Junta Municipal para anunciar que tuvieron que ceder, bajo presión, la intendencia a Portillo. Con esto dicen que no pierden la mayoría en la Junta Municipal, pero pierden poder en la Intendencia, atendiendo a que la concejal rastrera, María Portillo, en la Intendencia, el que será el intendente de facto es su hermano, el exdiputado Carlos Portillo, quien ya figuraba como asesor planillero de Prieto.
Tanto Prieto como sus concejales rastreros, al igual que los tres legisladores de su grupo y alguno de sus hurreros, trataban de mostrar unidad y que todo estaba bien; sus rostros revelaban otra cosa.
El presidente de la Junta Municipal, Sebastián Martínez, quien tiene dos imputaciones por robo en pandemia, hasta le abrazó a María, tratando de mostrar que todo está bien, pero se veía que no era así.
Pero sin duda el rostro más serio fue el de Valeria Romero, la concejal rastrera pareja de Prieto, quien ya estaba preparándose para asumir como intendenta interina, y todo quedó en la nada debido a la exigencia de Portillo.
Sin duda, la semana pasada fue muy de derrotas para Prieto, y esta semana podría ser más complicada.