Un grupo de 18 paraguayos, quienes estaban siendo mantenidos en condiciones de esclavitud en una plantación de mandioca, fueron rescatados en una operación del Ministerio Público del Trabajo, la Policía Federal y el Batallón de Frontera de la Policía Militar del estado de Paraná. Los rescatados serán llevados a la frontera con el Paraguay en la zona de Saltos de Guairá este viernes 25, y van a recibir todos sus haberes como corresponde. Un brasileño fue detenido acusado de trata de personas; era el responsable de reclutar a los trabajadores bajo engaño. El propietario de la plantación fue procesado.
El Ministerio Público del Trabajo (PMT) y la Policía Federal (PF) rescataron a 18 trabajadores que prestaban servicios en la cosecha de mandioca, en una propiedad en la ciudad de Perobal, al noroeste del estado de Paraná.
Un hombre sospechoso de reclutarlos fue detenido. La operación fue realizada el miércoles (23), también contó con el apoyo de efectivos del Batallón de Policía Fronteriza (BPFron).
El MPT informó que se enteró de la situación a través de una denuncia y determinó que los trabajadores eran reclutados en el interior de Paraguay y venían a Brasil en un taxi pagado por el empleador. A continuación, el costo del transporte se descontaba de los primeros salarios de los inmigrantes.
En el lugar, los interventores constataron que los paraguayos vivían en condiciones precarias e ilegales.
Con la llegada de los equipos, los trabajadores manifestaron su interés en regresar a Paraguay. Fueron trasladados en autobús a la ciudad de Umuarama, que se encuentra en la misma región, y están alojados temporalmente en la Asociación de Apoyo a la Promoción Profesional (APROMO).
Se prevé que sean trasladados de vuelta a Paraguay este viernes (25), con la ayuda del Consulado de Paraguay en Guaíra, frente a Salto del Guairá, Canindeyú.
El responsable de la finca fue detenido en flagrante delito y responderá por el delito de reducción de personas a condiciones análogas a la esclavitud. Según la PF, la investigación continuará para determinar posibles conexiones con otras propiedades y la existencia de otros captadores.
Según el MPT, los trabajadores no tenían contrato formal, no se les reconocían sus derechos laborales y recibían una remuneración inferior a la de los trabajadores brasileños que desempeñaban las mismas funciones.
También se constató que vivían en viviendas improvisadas, sin las condiciones mínimas de higiene y seguridad. Los alojamientos se encontraban en la localidad María Helena, una ciudad situada a unos 40 kilómetros de Perobal, y en ellos se observaron las siguientes situaciones:
Acumulación de aguas residuales cerca de la entrada de la casa.
Habitaciones sin luz;
Cocinas sin pileta;
Baños sin duchas eléctricas y con agua fría;
Colchones sucios colocados directamente en el suelo;
Ausencia de ropa de cama.