Funcionarios municipales de la División de Orden y Seguridad, portando armas de fuego, agredieron a periodistas y activistas sociales. Estos últimos fueron a escrachar al intendente Miguel Prieto Vallejos durante el desfile por la independencia del Paraguay. Los “capangas” de Prieto usurpan funciones de la Policía Nacional y expulsaron a los activistas y periodistas de una plaza pública, lo que configura un abuso de poder; la portación de arma en forma ilegal está penada.
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Arturo Páez y el exconcejal Celso Miranda, Kelembú, y otros ciudadanos fueron hasta la zona donde se puso el palco oficial, y donde estaban Prieto y sus concejales rastreros. Trataron de acercarse, pero toda el área fue aislada con cercado de metal.
Los activistas quisieron gritarle ladrón a Prieto, y que su lugar es la cárcel y no un palco oficial.
Comenzaron a gritar. Allí los funcionarios municipales de la División de Orden y Seguridad, con uniforme similar al de la Policía Nacional, comenzaron a agredir a los activistas. El primero en recibir una bofetada por la cara fue Arturo Páez.
Después, los funcionarios comenzaron a los empellones a quitar a todos quienes estaban allí y agredían hasta a los periodistas quienes estaban narrando lo que pasaba en el lugar, especialmente el hecho de que algunos estaban con armas de fuego que las escondieron.
Cuando más gente comenzó a juntarse allí, decidieron quedarse quietos en formación, sin agredir a nadie.
Las víctimas de las agresiones anunciaron que van a presentar denuncias ante la Policía Nacional y el Ministerio Público.
Se supo que luego del desfile, en horas de la tarde, ya en la sede de la Intendencia Municipal, el intendente Prieto felicitó a sus capangas pagados con dinero municipal, por haber “corregido” a los alboroteros, quienes antes eran sus aliados, y a los periodistas contreras.
Este es el verdadero intendente Prieto, el corrupto, el soberbio, el que sabe que tiene impunidad; y no el mentiroso que habla en los medios de prensa de Asunción.
