Óscar “Café” González y Sebastián Martínez, concejales rastreros del intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos, ofrecen dinero a estudiantes y ciudadanos para usarlos en sus campañas políticas. Ambos quieren seguir en el cargo para seguir con los negociados. González va a las instituciones educativas y realiza preguntas, y quien responde todo viene y se lleva 5 millones de guaraníes. Mientras Sebas, quien está en el umbral de la cárcel por robo en pandemia, estuvo ofreciendo G. 1 millón a ciudadanos para que se vayan a buscar un huevo dorado.
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Óscar “Café”, quien luego de ser electo concejal dejó a su familia para juntarse con Nicole Doutreleau, la exsecretaria “dura” de Prieto, quien recibió G. 60 millones, dinero municipal, para dejar su cargo, es el que va a los colegios a hacer preguntas y regalar 5 millones de guaraníes. Pero todo es parte de su campaña proselitista.
El citado era vendedor de café; era el cafetero de Prieto. Tras asumir el cargo, se convirtió en un potentado empresario, aunque lo único que tiene es una cafetería.
El citado es uno de los más leales serviles de Prieto. El mismo es del barrio Don Bosco, pero todo indica que el mismo ya no reside en dicha zona de CDE.
Café estuvo recientemente en el colegio Soldado Paraguayo, haciendo sus preguntas, pero como casi siempre no entregó la plata. Lleva un cartel enorme que representa un cheque.
Lo que llama la atención es que los responsables de las instituciones educativas permitan que los estudiantes sean usados de manera. Existe una normativa legal que lo prohíbe y los directores y docentes son los responsables directos.
El otro es Sebastián “Seba” Martínez, quien tiene dos imputaciones por robo en pandemia. Este es uno de los serviles leales de Prieto, quien estuvo en el esquema de facturar en plena pandemia por coronavirus. Mientras miles de paraguayos lloraban por sus muertos, ellos estaban facturando.
Esto es lo que muestran los documentos y por eso el citado concejal rastrero está imputado en dos casos.
El mismo ya fue escrachado por ciudadanos, quienes fueron hasta su residencia a tirarle basura debido a los hechos de corrupción que se le atribuyen.
El citado edil, quien era de Patria Querida, pero después pasó a ser un “Plata Querida”, y se unió al esquema de Prieto.
Antes de ser concejal, él mismo fue director de Desarrollo Social de la comuna esteña.
Estuvo organizando una jornada de caza del huevo dorado, ofreciendo G. 1 millón a quien lo encontraba. No contó cómo terminó la caza de huevos, porque él estaba haciendo caza de votos.
