El jugador de origen boliviano, Miguel Angel Terceros Acuña, “Miguelito” del club América de Minas Gerais, fue detenido por la Policía Militar del Estado de Paraná, por haber llamado “negro” al jugador Allano Brendon de Souza, del club Operario Ferroviario del estado de Paraná. El compromiso era por Serie B del campeonato brasileño. El árbitro del compromiso hizo la “X” con los brazos para dejar constancia de que hubo racismo. El partido continuó hasta el término, pero a la salida del vestuario Miguelito fue detenido y llevado a una sede policial de la ciudad de Ponta Grossa, a unos 400 kilómetros del Puente de la Amistad.
A los 30 minutos del primer tiempo hubo un incidente que involucró a Miguelito y Brendon. El jugador de origen boliviano llamó al brasileño «negro”. El afectado comunicó al árbitro Alisson Sidnei Furtado. El hecho fue corroborado por otro jugador del equipo de Brendon. Ante esto, el árbitro hizo con los brazos la “X”, para que el hecho de racismo sea documentado.
Explican que el brazo entrecruzado sobre el pecho, formando una “X”, es la señal que se debe hacer ante una recomendación de la FIFA para hechos de racismo en un partido oficial.
El partido después siguió normalmente hasta su término.

Miguelito preso en la policía.
Los jugadores fueron al vestuario, pero Miguelito, a la salida del vestuario, fue detenido por efectivos de la Policía Militar del Estado de Paraná y llevado a la sede de la Policía Civil de la ciudad de Ponta Grossa, donde fue realizada la denuncia.
El jugador pasó la noche en la sede policial y al día siguiente fue liberado, pero esta, procesado por racismo.
El Club América dijo que espera el resultado de las investigaciones para tomar una posición.
Algunos jugadores dijeron que no hubo racismo.
En Brasil, al parecer eso de que lo que pasa en la cancha se queda en la cancha no corre.
Por otro lado, hay que recordar que el Supremo Tribunal de Justicia (Corte Suprema de Justicia) de Brasil, llamarle a un negro, de negro, es racismo; pero llamarle blanco, a un blanco, no es racismo.