Casi todos los integrantes de la familia del gobernador de Alto Paraná, César Landy Torres, y de su esposa, Mirna Wolf, tienen jugosos zoquetes en diferentes dependencias públicas. No es solamente en el sistema de salud, como revelan los documentos oficiales. La gestión de Landy está marcada por los hechos de corrupción y ahora comienza a saltar que también metió a casi toda su parentela en cargos para recibir sueldos del Estado paraguayo.
Los documentos no dejan dudas. Landy Torres y su esposa Mirna están aprovechando muy bien el cargo, pero no para hacer el bien en favor de los ciudadanos, sino para colocar en cargos públicos a sus parientes.
Ya te contamos cómo el gobernador, su esposa y la protegida de ambos, Noelia Torres, ocupan el cargo de director de la Décima Región Sanitaria, donde lo único que ha hecho hasta el momento es nombrar a sus allegados, de Landy Torres, en diferentes cargos, y la mayoría ni siquiera trabaja.
La ciudadanía reclama la destitución de Noelia Torres del cargo de la Región Sanitaria, por la desastrosa situación en que se encuentra todo el sistema de salud pública en la región y ella colocando a sus parientes y allegados en los cargos públicos.
La citada no es destituida debido a que está protegida por el Landy Torres, quien tiene un enorme rótulo de corrupto.
Documentos que publicamos con este material muestran a los parientes del gobernador en cargos importantes recibiendo jugosos zoquetes. Lo que no se sabe es si los mismos trabajan o reciben solamente sus haberes mensuales.
Hay que señalar que los documentos son oficiales y son de acceso público.
Pese a todas las críticas, el gobernador y su esposa siguen en silencio, especialmente en relación con la crítica situación en que se encuentra la salud pública.
La plata que va al sueldo de sus parientes es la plata que está faltando para la jeringa, el algodón y otros medicamentos.
Hasta el momento, Landy Torres se destacó por los negociados, especialmente con la comida de los escolares, por adjudicar obras de maletín vinculadas a concejales departamentales, incluyendo a los opositores, quienes son igualmente rastreros.