El fato con la obra del Centro Cultural de Hernandarias es de cerca de 17 mil millones de guaraníes. Es otro negociado que comienza a salir a la luz del cada vez más cuestionado gobernador de Alto Paraná, el cartista César Landy Torres. La obra en cuestión fue adjudicada a la empresa Megga Import. Export. S.A. de Nimio Villalba. Esta firma fue creada para los negociados en gobernaciones, municipalidades y otras reparticiones estatales.
Nimio Villalba, un exfuncionario municipal de Ciudad del Este, creó varias empresas de fachada para poder concretar negociados en los procesos de licitaciones. Una de estas firmas es Megga Import. Export. S.A…
Esta es la firma que eligió el gobernador Landy Torres para otro negociado con el dinero de los contribuyentes. Se trata del Centro Cultural de Hernandarias, que se adjudicó en un proceso totalmente amañado.
Donde una vez más aparecen las hermanas Fanny y Marly Jiménez Peña. La primera es la secretaria de Hacienda, y la segunda es la encargada de la Unidad Operativa de Contrataciones ( UOC). Pero quien maneja toda la rosca es Fanny, de acuerdo a los funcionarios del gobierno regional.
Estos dos fueron puestos por el gobernador para que le manejen los fatos con las licitaciones, que se están sumando.
Parte del fato es repartido con los concejales rastreros, quienes le aprueban todo a Landy Torres, pese a las evidencias de irregularidades.
La empresa MEGGA Import. Export. S.A., llamativamente única participante en la licitación de 17.000 millones de guaraníes para la construcción del polideportivo y centro cultural de Hernandarias, se adjudicó el contrato en medio de graves denuncias de sobrefacturación y un notable error en la ubicación del terreno asignado.
El proyecto será financiado por la Gobernación del Alto Paraná y usando fondos de 2024, 2025 y 2026.
Ante la serie de denuncias de irregularidades, la obra generó sospecha en la ciudadana luego de que se iniciara en un lugar que no correspondía según la cuenta catastral estipulada en el pliego de bases y condiciones.
Este desliz dejó en evidencia la falta de experiencia de la empresa adjudicataria, cuyo propietario, Nimio Villalba, tiene un historial de antecedentes judiciales y licitaciones cuestionadas, según informaciones publicadas por otros medios.
La inacción de Contrataciones Públicas frente a la ausencia de competencia en el proceso y las aparentes irregularidades ha sido señalada como una actitud cómplice.
El caso suma nuevas sospechas sobre la gestión de obras públicas en el Alto Paraná, mientras crecen los reclamos de mayor control en los procesos licitatorios para evitar que los fondos terminen beneficiando a grupos de interés vinculados a autoridades locales.