Documentos sobre la liquidación y el pago del impuesto a la construcción para la construcción de un edificio boutique muestran cómo el intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos, y sus concejales rastreros roban el dinero en la comuna. La liquidación hecha por los técnicos indica que el monto que se debía pagar por el tributo es de G. 114 millones de guaraníes. Pero se pagó solo 11 millones de guaraníes. Dónde fue a parar la diferencia. Esto dicen los documentos. Así roban.
PRUEBA 1: Lo que se pagó
El pedido de pago del impuesto es de la empresa “Vivo Paraguay S.A.”. En la liquidación, con base en el área a ser construida y lo que establece la Ley Tributaria Municipal, el monto que se debía pagar por la edificación de un predio de 7 niveles es de G. 114 millones.
Pero de acuerdo al recibo de pago, “Vivo Paraguay S.A.” pagó solo 11 millones de guaraníes.
No hay que realizar ninguna auditoría. No hay ser experto para saber dónde fue a parar la diferencia entre lo que debe pagar y lo que se pagó.
Este es el modus operandi para robar al municipio que implementa el intendente Miguel Prieto Vallejos y sus concejales, entre ellos el ya dos veces imputado Sebastián Martínez, quien tuvo la petulancia de irse luego a burlarse de los vecinos quienes cuestionan la construcción de un edificio de 7 pisos en una zona residencial.
PRUEBA 2: El monto que
debió pagarse
La ordenanza prohíbe que haya edificios de más de 4 niveles en las zonas residenciales.
Con base en las denuncias que están en las redes sociales, quienes están metidos en el fato, bueno, robo, son los concejales. Además del ya mencionado Seba, está Pedro Acuña, quien es experto en escupir en la cara a quienes le critican, y cuñado de Prieto, y la concejal rastrera y chatarrera, Alison Anisimoff, quien tiene a su papá como planillero, uno de los casos más groseros.
Los documentos hablan y muestran cómo están robando en la institución municipal.
Son evidencias de hechos delictivos que ya deberían estar en el Ministerio Público siendo impulsadas para que los responsables sean castigados con toda rigurosidad.
Pero este no es el único caso, al parecer, con el mismo esquema de robo y con la misma empresa, violando las normas municipales.
El edificio cuestionado es un emprendimiento que se denomina “Magnolia” y es de Cresia, del grupo Codas Vuyk. Es un edificio boutique con 7 pisos. En el lugar no se puede construir un edificio con más de 4 pisos. Los documentos dicen: “Vivo Paraguay”.