Sin tener liderazgo y ser muy criticado por la dirigencia de bases, el gobernador de Alto Paraná, César Landy Torres, quiere imponer a sus precandidatos a la intendencia por el cartismo. En Ciudad del Este, la narcodiputada, Liz Acosta, y en Presidente Franco, Arnold Ramírez, seccionalero. Mientras Landy recibe duras críticas por su gestión, quien va a decidir las precandidaturas es la conducción nacional de Honor Colorado, o sea Horacio Cartes.
En Ciudad del Este, Landy Torres es un ilustre desconocido, sin fuerza política, pero quiere imponer a la narcodiputada Liz Acosta como precandidata a la intendencia por el cartismo.
Algo similar quiere hacer en Presidente Franco, donde quiere imponer la de Arnold Ramírez.
Pero quien tiene la última palabra en Honor Colorado es Horacio Cartes.
Hay que recordar que la precandidatura de Landy Torres fue impuesta por José Ortiz Escauriza, más conocido como el cajero. Ahora el gobernador quiere hacer lo mismo, pero él mismo cada vez está más debilitado políticamente.
Su pésima gestión frente al gobierno regional le está restando fuerza y le está enviando al freezer político.
César «Landy» Torres está decidido a apostar por candidatos que escapen a la voluntad de la cúpula cartista y del Clan Zacarías. El gobernador de Alto Paraná quiere que el presidente de la seccional 14, Arnold Ramírez, compita por la intendencia de Presidente Franco, aunque primero deberá medirse con Carlos Ávalos, el elegido de la diputada Rocío Abed y del director de Itaipú, Justo Zacarías Irún, y Miguel González, quien dice estar «bendecido por Don Horacio Cartes».
Presidente Franco es un bastión del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) que se encuentra en manos de la diputada libero-cartista Roya Torres y el actual intendente Roque Godoy. Pero el matrimonio, salpicado por el escándalo de su hijo planillero, es desafiado por los concejales Julia Ferreira y Simeón Duarte, que juegan a dividir dentro de las filas azules.
A pesar de la hegemonía liberal, la ciudad siempre estuvo liderada por el diputado abdista Luis «Tiki» González Vaesken, por lo que la maniobra del cartismo, o por los menos de los principales equipos del coloradismo, pasa por debilitar su figura.
Tiki tuvo una desastrosa derrota electoral en las pasadas elecciones municipales ante el libero-cartista, Roque Godoy, quien fue reelecto.
El diputado abdista es considerado muy elitista y no se involucra con la dirigencia de base.
La familia Godoy Torres responde a la conducción de Dionisio Amarilla, que goza de muy buena relación con el comando político de Honor Colorado.
«Aquí no hay quién es más colorado, sino quién es más cartista». Y el coloradismo no es igual a ser cartista. Los Zacarías y el cartismo no desean perder el poder», aseguró un convencional colorado a este medio.
Pero Landy cree que tiene posibilidades reales de apuntar candidatos y acrecentar su influencia. La imagen de Roya se vio afectada por la contratación de su hijo Elías en Diputados, y su intención de suceder a Godoy podría verse frustrada.