No hubo ninguna autorización para realizar una «Oktoberfest» en la avenida Del Lago en Ciudad del Este, donde se registraron hechos de vandalismo y agresiones. El responsable de la farra fue el brasileño, de origen gaucho, Cleiton Juliano de Oliveira, quien se hace llamar «Barao» y dice ser el único dueño de Distrito Brewing (Cervecero). Este mintió y pisoteó las leyes, incluyendo la Constitución Nacional, de la República del Paraguay. Sorprende la impunidad que tiene. ¿Quiénes están detrás de estas impunidades, poderosos vinculados al lavado de dinero y políticos…?
El brasileño Cleiton Juliano de Oliveira, quien se hace llamar «Barao», organizó una «Oktoberfest» en plena calle. El extranjero asegura que tiene permiso de la comuna, la fiscalía, la policía y la Policía contra Delitos Económicos. Preguntamos a todos, y todos negaron que hayan dado algún tipo de autorización al mencionado brasileño.
FOMENTO AL TURISMO O FOMENTO A LA BORRACHERA
Sin duda, esta es una grosera mentira y una burla a normas legales vigentes en el país y, por sobre todo, a la Constitución Nacional de la República del Paraguay.
Lo que hizo quien dice ser el único dueño del Distrito Cervecero es enviar notas en las cuales el mismo estaba informando que violaría la Carta Magna de nuestro país y al menos tres leyes.
La comuna envió una nota a la Policía Municipal de Tránsito, y supuestamente quien le dio la «habilitación» fue Alfredo Ramírez, uno de los secuaces del doblemente imputado intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos.
En las notas, Barao Oliveira dice que violar la Constitución Nacional y las lenes como la de polución sonora y el código sanitario es una forma de fomentar el turismo. O sea, el brasileño se está burlando groseramente de los ciudadanos paraguayos.
Durante la farra se registraron varios hechos de vandalismo y agresiones. Varios de los afectados fueron a presentar la denuncia correspondiente ante la Policía Nacional. Hemos solicitado copias de esas denuncias y preguntamos por qué los hechos de violencia de esa noche no aparecen en los reportes policiales.
Abogados municipalistas y ex intendentes y ex concejales coincidieron en señalar a AHORA CDE de que ni el intendente Prieto tiene potestad de dar una autorización para cerrar una calle. Solamente con la anuencia de la Junta Municipal y en base a argumentos legales. Y nunca para una farra con fines comerciales, o quien sabe para tapar qué cosa.
Fuentes de la comuna y de otros sectores coinciden en señalar que los verdaderos dueños de Distrito Cervecero serían Carlo Giussepe Espinosa Vega, dueño de Daruma Sam S.A. (Aposta.La) y supuestamente el propio jefe comunal, Miguel Prieto Vallejos, y que el mencionado Alfredo Ramírez sería el nexo entre el intendente y el mencionado brasileño, quien honradamente admite que viola las leyes del país, pero queda impune.