El gobernador de Alto Paraná, el cartista, César Landy Torres, completa un año de gestión y hasta ahora lo que acumula son denuncias de corrupción y el grosero blanqueo de los hechos de corrupción de su antecesor Roberto González Vaesken. Y nada más. Como un triste ejemplo le decimos que, en 2024, en 8 meses, no realizó ninguna obra en favor de la ciudadanía. Solo tiene tres licitaciones para construir edificios para diferentes instituciones estatales, y nada.
Landy Torres asumió el cargo, anunciando que combatirá la corrupción. Pero apenas asumió en lugar de exigir una auditoria integral para generar las evidencias necesarias para denunciar a su antecesor de desastrosa gestión, él mismo lo que hizo fue blanquearle groseramente.
A fines de 2023 realizó una serie de adjudicaciones de obras que no pasó de ser una repartija de obras con financiamiento estatal para los concejales, que se convirtieron en rastreros del gobernador.
En lo que va del año hizo tres licitaciones «suculentas», todas ellas para compra de alimentos para escolares, y todas fueron groseros negociados. Quienes pagan el costo son los chicos, quienes reciben alimentos de mala calidad y en condiciones antihigiénicas.
Puso a las hermanas Fanny y Marilyn Jiménez Peña para manejarle los procesos de licitación para asegurar los negociados.
Varias obras del año pasado fueron recién habilitadas a mediado de 2024. No se cumplieron los plazos y no hay denuncias contra las empresas. Con esto quedó en claro el contubernio que hay para los negociados con obras públicas.
El gobernador se pasó haciendo reuniones. Al inicio fue con manjares; luego de las críticas, solo agua. Pero sin resultados.
Actualmente siguen estas reuniones y el paseo de Landy Torres, y la población sigue esperando respuestas a sus problemas.
En síntesis, no hay nada positivo que destacar en el primer año de la administración regional de César Landy Torres, solo la corrupción.