Una importante dotación de la Policía Nacional fue movilizada en la noche del viernes 9, para resguardar la criticada farra del intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos. Es lamentable como se manoseo a los funcionarios policiales, cuya función no es cuidar la seguridad de delincuentes. La subcomisaria de Santa Ana que tiene una pequeña patrullera sin chapa tuvo que ser enviada allí. Se tuvo que traer una patrullera de Hernandarias, donado por la Itaipú, para un evento privado. ¿Y la seguridad ciudadana? Dicen que corrió mucha plata. La palabra la tiene el director de la Policía Nacional en CDE, Feliciano Martínez Peña.
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La Policía Nacional envió dos patrulleras, una de la subcomisaria Santa Ana y otra de la comisaria de Hernandarias, frente al local nocturno donde Prieto realizaba su evento la Noche de la Vergüenza Empresarial. Lo llamativo es que la Policía nunca apareció allí, cuando los dueños de Brooklyn violaban la Ley sobre Polución Sonora y la propia Constitución Nacional.
Además de las dos patrulleras, fue una moto con efectivos del Lince. Y otros de la motorizada de la Policía Nacional.
Mientras estos cuidaban la farra de cuestionadas figuras, en otros puntos de la ciudad, los pobladores honestos y trabajadores eran asaltados.
Lamentable es el manoseo de la Policía Nacional por parte del intendente Prieto, quien con algún jefe policial de turno está implementando la Ley de «Ñandejara taxi», que la calle es de la Policía para proteger a delincuentes.
A ver si el director de la Policía Nacional de Ciudad del Este muestra la cara y da una explicación. Lo mismo el comandante de la Policía Nacional, Carlos Humberto Benítez González; y el propio ministro del Interior, Enrique Riera, da alguna explicación de lo que pasó.
