La Aduana anunció el decomisó de una importante cantidad de productos piratas en un control realizado en el aeropuerto Silvio Pettirossi de la ciudad de Luque. Son displays y pantallas touch para equipos de teléfonos celulares. Los mismos tenían marcas, pero se confirmaron que son truchos. Productos similares bajan igualmente en el aeropuerto internacional GUARANI en la ciudad de Minga Guazú. Solamente que en algunos casos vienen sin marcas, pero son imitaciones a los originales. El combate a la piratería debe llegar a dicha terminal aérea donde al parecer los funcionarios públicos están metidos en los negocios ilegales.
En el procedimiento realizado en el aeropuerto de Luque, se identificó a tres firmas quienes estaban trayendo los productos piratas. Pero no se dio la nómina de las mismas. La Aduana debe dar a conocer quienes las empresas quienes fomentan la piratería, además debe trasladar este auspicioso combate a la piratería en el aeropuerto Guaraní, donde ingresan en grandes cantidad artículos truchos proveniente de China.
La fiscalización desde la capital se hace necesaria ante la clara existencia de la complicidad de los funcionarios tanto de la Aduana y de la Dinapi en el esquema ilegal.
En relación al decomisó de productos en Luque se informó que la Dirección Nacional de Aduanas, a través de la Coordinación Administrativa de Investigación Aduanera (CAIA), conjuntamente con la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (DINAPI) y el Ministerio Público con autorización judicial gestionada ante el Juzgado Penal de Garantías de Turno, procedió al secuestro de mercaderías que atentarían contra derechos de propiedad intelectual.
La inspección fue practicada el día 12 de octubre de 2018, sobre cargas aéreas arribadas al Aeropuerto Internacional “Silvio Pettirossi”, en la ciudad de Luque, consignadas a tres firmas comerciales.
Las mercaderías, que se componían principalmente de displays y pantallas touch para teléfonos celulares, ostentaban marcas como “Samsung”, “LG”, “Huawei” y “Motorola”. Se estiman en más de 20.000 unidades de las mismas, lo que supondrían un millonario golpe a la ilegalidad.
Debe destacarse, que los artículos falsificados no solamente suponen un perjuicio patrimonial a sus titulares quienes realizan inversiones para el desarrollo y la calidad de sus productos, sino también traen consigo el fraude y el engaño a los consumidores, la afectación a las relaciones comerciales en general, y en muchos casos el riesgo a la salud y seguridad de las personas. Es por ello, que la Dirección Nacional de Aduanas constituye una pieza clave en el engranaje estatal para el combate exitoso del ilícito, armonizando dependencias internas y procesos, para encararlo frontalmente.