Los concejales rastreros del intendente Prieto, que son 10, aprobaron la rendición de cuenta de 2023, sin haber estudiado, sin haber tenido los documentos. Y cuando aún hay obras no terminadas con fondos del año pasado, y falta la rendición de cuenta sobre transferencia millonarias. Tampoco explicaron como pagaron más de G. 26 mil millones en sueldos atrasados que había al cierre del ejercicio 2023. El jefe comunal solamente remite el mensaje y el dictamen de aprobación a los concejales. Se le niega la copia de los documentos a los dos ediles opositores que hay.
Los concejales serviles de Prieto una vez más aprobaron la rendición de cuenta del “patrón-í”, sin haber tenido un solo documento. El jefe comunal remite el mensaje, y luego debajo de la mesa llega el dictamen por el cual se aprueba la rendición de cuenta, que es aprobado por el plenario.
Los concejales no saben ni siquiera que es lo que aprobaron. La presidenta de la comisión de Hacienda y Presupuesto, Valeria Romero, no maneja los números de la rendición de cuenta y menos aún puede realizar una análisis financiero y económico.
La aprobación se hizo al apuro. El motivo al parecer es la situación legal de Prieto que ya tiene dos imputaciones y podría venirse otras más y que ya se hace insostenible su permanencia en el cargo de jefe comunal.
Los concejales rastreros aprobaron el presupuesto cuando hay obras inconclusas con dinero de 2023. Estas debieron estar listas a fines de febrero pasado, pero siguen en construcción, y por esto no podría aprobarse la rendición de cuenta.
Tampoco hay rendición de cuenta aprobada por transferencias millonarias.
No se explicó como pagaron sueldos atrasados por más de 26.000 millones de guaraníes, al cierre del ejercicio fiscal de 2023.
Existe muchas interrogantes sobre la rendición de cuenta del jefe comunal. El presupuesto de 2023 estuvo inflado, y existe un pronunciado déficit en las cuentas del municipio, de acuerdo a los datos.
Pero todo esto es escondido por el intendente Prieto.