Durante la cumbre de los presidentes Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Jair Messias Bolsonaro (Brasil), nuevamente se obtuvo solo promesas, sobre la construcción del segundo. Esto se viene repitiendo hace cerca de 25 años. Hace 5 años que las obras fueron adjudicadas y no salen de los papeles. Los dos mandatarios coincidieron en decir que “si Dios quiere” este año podría comenzar finalmente los trabajos. Nada en concreto.
Durante la visita oficial del presidente de la República de Paraguay, Mario Abdo Benítez, al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ambos mandatarios reafirmaron los términos de la Declaración Presidencial Conjunta, adoptada el pasado el 21 de diciembre del 2018, para la construcción de los dos nuevos puentes internacionales, con el financiamiento de la Itaipu.
Bolsonaro en declaraciones a los medios de prensa no se refirió a la construcción del segundo puente, pero ante una pregunta dijo que “si Dios quiere este años vamos a poner la piedra fundamental”.
“Si Dios quiere, en la próxima visita del señor presidente Bolsonaro, estaremos haciendo la palada de inicio del segundo puente con la República de Paraguay, luego de 53 años, entre Foz de Yguazú, Estado de Paraná, y Presidente Franco, Departamento de Alto Paraná”, puntualizó el mandatario paraguayo durante la declaración brindada junto al presidente de Brasil.
Es importante recordar que los dos nuevos puentes con Brasil, el segundo sobre el Paraná y otro sobre el río Paraguay, para unir Carmelo Peralta con Puerto Murtinho, a ser financiados con recursos de Itaipu, posibilitarán la inyección de USD 270 millones, favoreciendo al sector de la construcción de ambos países y permitiendo la generación de numerosos puestos de trabajo. Es así que estas obras ayudarán a dinamizar la economía nacional.
El segundo puente sobre el río Paraná aliviará el tránsito de vehículos pesados sobre el Puente Internacional de la Amistad, inaugurado en 1965, y que constituye hoy el principal corredor logístico socioeconómico entre Paraguay y Brasil. Su ubicación estratégica desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la región, impulsando el comercio exportador e importador.