En solo dos días se registraron dos homicidios en la cárcel regional de Ciudad del Este. Esto encendió el alarmar, y se revelo que allí están al menos 200 “soldados” de la violenta facción brasileña del Primer Comando Capital (PCC). La casa de detención esta súper poblada y la seguridad que existe es muy frágil pese a estar a lado del predio de la Policía Nacional. Existe el temor de una revuelta de los integrantes del grupo criminal mencionado.
Pese a la situación crítica y luego de los dos homicidios, no se registró ningún refuerzo en la seguridad de la cárcel que está ubicado en el residencial barrio Boquerón de Ciudad del Este es una zona densamente poblada. Allí alrededor existen colegios, iglesias, centros gastronómicos.
Tras la muerte de los dos internos y quedar al desnudo la frágil seguridad, se revelo que hay 200 “soldados” del PCC. Esto hace que aumente la peligrosidad. El hacinamiento que existe podría desembocar en una crisis grave de seguridad en el lugar.
Pero no se adoptan las medidas necesarias para evitar un problema mayor.
La semana pasada se informó que en dos días se registró dos homicios en el interior de la Penitenciaría Regional de CDE. El segundo casi se registró el sábado 16 de marzo de 2019, cuando concluía el horario de visitas.
El interno asesinado fue identificado como Jorge González Meza, de 19 años, quien ingresó a la cárcel el pasado 11 de febrero por tentativa de hurto, y el presunto autor sería Juan Carlos Riquelme, de 36 años, que entró por robo agravado.
De acuerdo con datos preliminares, Riquelme constató el hurto de sus pertenencias y sus sospechas cayeron sobre el joven, quien recibió una estocada en el abdomen como represalia.
Fue auxiliado y trasladado hasta el Hospital Regional de Ciudad del Este, donde se confirmó su deceso. Entretanto, las investigaciones del caso están a cargo del fiscal Julio Paredes.
En la mañana del viernes también se reportó un asesinato casi de las mismas características. De esta manera, suman dos los crímenes ocurridos bajo la administración del director del penal Alberto Ramón Orella Notario, quien asumió en el cargo en octubre del 2018.
El primero había sucedido en el interior de la celda número 3 B Alta, caso en el que el recluso Eugenio Morales Cristaldo fue sindicado como autor del crimen de su propio compañero de celda, Genaro Duarte, quien recibió una estocada a la altura del corazón. De este caso aún se desconocen los motivos.
De acuerdo con el Código de Ejecución Penal, en el capítulo de Normas de conducta, los internos tienen prohibida la tenencia de armas.
Tampoco pueden disponer de cualquier tipo de medios de comunicación, drogas ilegales, sustancias tóxicas o explosivas, medicamentos controlados sin indicación médica, bebidas alcohólicas, elementos de juegos de azar, joyas u objetos de oro o valor análogo, ni dinero en cantidad superior a lo que está autorizado por los reglamentos.