La candidata colorada a diputada, Bettina Aguilera, es muy cuestionada por la forma de hacer su campaña proselitista que supuestamente esta financiado por el mega estafador, el ejecutivo de frontera, Davi Teixeira Do Amaral. Primero fue hasta el hospital regional a pedir votos, después lo hizo en una escuela. Siempre llevando “regalitos”. Ni el centro asistencial, ni la institución educativa es lugar para hacer campaña política. Lamentable.
La ex viceministra de Agricultura, Bettina Aguilera, no tiene empacho en usar a los niños para pedir votos. Esto es ilegal, pero la misma sigue haciendo campaña ante la impunidad que existe.
Pero no se limita solo a esto. También va a los centros asistenciales y escuelas a pedir voto. Lleva “regalitos” y así hace proselitismo.
Una escuela pública y menos un hospital es lugar para estar haciendo proselitismo. Si quiere ser filantrópica, que envié su donativo, no hay necesidad de que ella se vaya con sus seguidores a pedir voto. Esto esta mal.
Además, llevar regalitos y pedir voto es puro clientelismo político que es una forma en que se hace campaña mostrando el poder económico. En este caso la plata vendría del brasileño Davi Teixeira, catalogado como un ejecutivo de frontera y procesado en su país. Es considerado como un mega estafador.
Los electores deben estar bien atentos a estos tipos de candidatos que están pugnando en vista a las elecciones del próximo 30 de abril.